Kraft Foods se fusiona con Heinz
Kraft Foods se fusiona con Heinz para crear la tercera mayor compañía
alimentaria en Norteamérica y la quinta del mundo. La operación tiene la firma
del inversor brasileño Jorge Paulo Lemann y del estadounidense Warren Buffett,
que hace dos años se hicieron con el control de la marca de ketchup, con la que
protagonizaron entonces la mayor compra en la historia de la industria. Ahora
los dos magnates le dan dimensión.
La nueva compañía será
conocida como Kraft Heinz Company. Tendrá doble sede en Pittsburgh y Chicago.
El negocio combinado generará 28.000 millones de dólares en ingresos anuales,
la mitad que PepsiCo. En su cartera de productos habrá ocho marcas con un valor
superior a los 1.000 millones de dólares cada una y cinco que superan los 500
millones. No solo tendrá una presencia muy fuerte en las estanterías de los
supermercados, también en los restaurantes.
“Kraft cuenta con marcas que me
gustaban hace 35 años y me siguen gustando hoy”, explicó Warren Buffett al
presentar la operación. La relación del magnate con la alimentaria data de
cuando fue accionista mayoritario de General Foods, antes de integrase en
Phillip Morris. Los títulos de Kraft Foods, donde Buffett controlaba 193.000
acciones, se apreciaron un 35%. La capitalización bursátil antes del anuncio
era de 36.500 millones.
Aunque la operación se presenta como una
fusión, en la práctica es Heinz la que compra Kraft. El 51% del capital estará
de hecho controlado por los actuales propietarios de Heinz, mientras que el 49%
restante estará en manos de los de Kraft. Para financiarla, Lemann y Buffett
hacen una inyección conjunta de 10.000 millones de dólares a través de 3G
Capital y Berkshire Hathaway.
Esperan lograr 1.500 millones en ahorros por las sinergias.
La operación de sufusión se espera esté completada para final de año. Pero
la manera en la que está estructurada la compra de Kraft es bastante
particular, porque en cierta medida es como realizar una oferta pública de
Heinz por la puerta trasera. La marca de ketchup dejó de cotizar en Wall Street cuando fue adquirida en 2013 por los dos inversores y poder
reestructurarla sin la presión de los mercados. Desembolsaron 23.200 millones.
La posibilidad de Kraft Foods llegara a ser
objeto de compra surgió hace cuatro años, cuando en agosto de 2011 se presentó
el plan para separar el negocio de ultramarinos en Estados Unidos y Canadá del
de aperitivos a escala global, bajo la marca Mondelez. La partición de
materializó en octubre de 2012. Heinz servirá así de plataforma de distribución
internacional de Kraft.
Bibliografía:
Sandro Pozzi (2015, marzo) Kraft Foods se fusiona con Heinz. Recuperado
el 08 de noviembre de 2015 de http://economia.elpais.com/economia/2015/03/25/actualidad/1427242587_008885.html
Shell compra BG en la mayor fusión petrolera en más de una década
El anuncio de que la petrolera Royal Dutch Shell ha alcanzado un acuerdo para la
adquisición de British Gas (BG), con la que formará un gigante de la
energía valorado en más de 200.000 millones de libras (272.000 millones de
euros), constituye la mayor operación del sector de petróleo y gas en al menos
una década. Se trata de la respuesta más drástica hasta la fecha de la
industria al desplome del precio
del crudo que comenzó el pasado
mes de junio, y hace presagiar una oleada de fusiones y adquisiciones similar a
la que redibujó el sector después de la última gran caída del precio del
petróleo a finales de los noventa.
El acuerdo
de adquisición se ha alcanzado, según confirmó la propia BG este miércoles en un comunicado, por un precio de unos 47.000 millones
de libras esterlinas (unos 64.000 millones de euros) en efectivo y acciones.
Esto equivale a 13,67 libras (18,73 euros) por cada acción de BG, lo que supone
una prima del 50% sobre el precio de las acciones al cierre de este martes,
cuando se filtró el acuerdo. El valor del gigante resultante duplicará al de BP
y superará a Chevron. Los accionistas de BG serán propietarios de un 19% del
grupo formado por las dos empresas.
Tras el
anuncio, las acciones de BG subieron un 42% y las de Shell, que es la tercera
mayor compañía petrolera del mundo, cayeron un 4%. El acuerdo también alteró el
precio de la acciones de algunos competidores, como las de BP, que subieron un
4,3% ante la expectativa de que próximos movimientos.
La bajada
de un 50% en los precios del crudo golpeó duramente a BG, la tercera energética
del Reino Unido, que acabó el ejercicio pasado con pérdidas, y cuyas acciones
habían caído un 28% desde que los precios empezaron a caer en junio. Tampoco
Shell se ha librado de los efectos de la bajada de precios: hace solo dos
semanas la compañía anunció que eliminaría 250 empleos en el Mar del Norte.
Pero su mayor envergadura coloca al grupo anglo-holandés en la posición de
poder comprar activos ahora que los precios están bajos, operación que sale más
barata que explorar en busca de nuevos yacimientos.
El acuerdo
reforzará la posición de Shell en nuevas reservas de gas y crudo,
principalmente en Brasil y Australia, países en los que el grupo BG tiene
importantes proyectos. Esto le permitirá ahorrar en los costes -cada vez más
elevados, como la compañía ha podido comprobar en su carísima y, hasta la
fecha, infructuosa búsqueda de petróleo en el norte de Alaska- de tratar de
ampliar sus reservas a través de la exploración.
Shell
confía en que la adquisición de BG consolidará su dominio en el mercado de gas
natural y acelerará su estrategia de crecimiento a nivel global. La operación
elevará un 25% las reservas probadas de gas y petróleo de Shell y en un 20% su
capacidad de producción.
BG es uno
de los principales productores del mundo de gas natural licuado, una forma de
gas que se enfría hasta obtener un líquido que se exporta en tanques por todo
el mundo. Shell también tiene una importante posición en este mercado, de modo
que, con la adquisición de BG, dominaría el mercado mundial de este tipo de
gas.
“Los
movimientos estratégicos audaces son los que dan forma a nuestra industria”, ha
declarado Ben van Beurden, principal ejecutivo del grupo anglo-holandés. “BG y
Shell encajan muy bien. La transacción se adapta a nuestra estrategia y a
nuestra lectura del paisaje industrial que nos rodea. BG siempre ha estado en
lo alto de nuestra lista”.
Shell
espera que el proceso de adquisición, que podría generar sinergias anuales por
importe de unos 2.500 millones de dólares (2.315 millones de euros), se acabe
de completar a principios de 2016 y sus efectos sean acreditados en los
resultados de 2017.
Bibliografía:
Pablo Guimón (2015, abril) Shell
compra BG en la mayor fusión petrolera en más de una década. Recuperado el 08 de noviembre de 2015 de http://economia.elpais.com/economia/2015/04/08/actualidad/1428474197_435987.html
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